viernes, 3 de septiembre de 2010

3 de septiembre: San Gregorio Magno



Hoy recordamos a San Gregorio Magno, Papa, doctor de la Iglesia Latina, defensor de la supremacía del papado. Combatió la herejía nestoriana (postulaba la separación de las naturalezas humana y divina de Nuestro Señor).

Estudió intensamente la Sagrada Escritura y la vida de los monjes de Occidente. Se distinguió por su austeridad de vida y por la intensidad de su oración. Por eso es llamado doctor de la compunción y de la contemplación, pues fue modelo tanto en ascética como en mística.
Sus obras teológicas y la autoridad de las mismas fueron indiscutidas hasta la llegada del protestantismo. Una de sus tantas grandes obras fue la conversión de Inglaterra, renovó el culto y la liturgia con el Sacramentario y renovó la práctica de las estaciones cuaresmales en las iglesias romanas, para las que compuso 40 homilias sobre los Evangelios.

Sin duda, su obra más famosa fue la del canto que lleva su nombre, canto gregoriano. Publicó el Antifonario y fundó escuelas de canto, reunió los cantos que ya formaban parte de la tradición y los puso en una sola liturgia.
Su honor es el de la Iglesia universal y su grandeza el ser y llamarse «Siervo de los siervos de Dios», título que pasará a ser desde entonces patrimonio de todos los Papas.

Que la fiesta de San Gregorio Magno nos haga reflexionar profundamente en el culto de las cosas sagradas y la liturgia, en especial en el canto litúrgico que en los últimos tiempos no son acordes, en muchos casos, para la renovación incruenta del sacrificio de la Cruz (Misa).